Trabajamos el masaje, el contacto y la psicomotricidad de los bebés y niñ@s desde el momento madurativo y de desarrollo en que se encuentran.
Así, a través del masaje:
Favorecemos el desarrollo psicológico y emocional saludable de los bebés.
Reafirmamos las funciones de la madre y el padre durante este primer año.
Apoyamos la lactancia materna como proceso de maduración humana.
Impulsamos el desarrollo motriz como libre expresión de la comunicación y expresividad del niñ@.
Favorecemos el desarrollo del vínculo afectivo y el contacto corporal para facilitar posteriormente la separación y la individuación del niñ@. En ese proceso de separarse de la madre y el padre se van gestando sus autonomías, encontrándose con sus iguales.
A través de los grupos se crea matriz, personas y parejas se apoyan unas a otras, se ayudan, se crea red.
También abordamos:
El masaje como estimulación sensorial, motriz y energética y como apoyo para liberar tensiones durante el primer año de vida
La importancia del desarrollo y estimulación de los receptores, vista, oido, tacto y gusto.
El inicio de la alimentación sólida y lactancia materna.
La dentición y sus periodos críticos
El desarrollo motriz: manos, pies, giros laterales, sentarse, tumbado manos y pies gateo, cuclillas y de pie caminar.
La comprensión del lenguaje corporal
La función del ecosistema familiar para el desarrollo del bebé.
La regulación del sueño y de la comida
Horario
Primeros Miércoles de cada mes de 15:00 a 17:00 horas
La lactancia
La lactancia materna ejerce un importante papel para el desarrollo de un vínculo de apego saludable y duradero. Este apego firme es la base de las relaciones de tipo afectivo que el niño podrá desarrollar en la edad adulta.
Contrariamente a creencias muy difundidas entre población general y sanitarios, los bebés que toman el pecho no son más dependientes, sino más seguros.
Aunque tampoco se puede generalizar de una forma simple, puesto que las características del vínculo de apego tienen que ver con el modelo de crianza y no sólo con la forma de alimentación.
Una leche poco calórica como la humana requiere ser tomada más a menudo; ese contacto reiterado y frecuente refuerza aún más el apego entre madre y progenie.
Deben ser alimentados muy a menudo para que la madre se vincule a su bebé y lo mantenga, soporte y cuide durante unos años.
Además, en la especie humana dar el pecho se hace cara a cara: está comprobada la importancia de las interacciones cara a cara entre el bebé y su cuidadora en el fortalecimiento del apego.