¿Niños de segunda en un país de primera? por Ramón Mauduit
Con esta pregunta queremos abrir la puerta a un espacio de reflexión. Queremos cuestionar la atención a la infancia, en nuestra sociedad del bienestar y queremos quedarnos aquí, a pie de calle preguntando a las instituciones públicas si realmente protegen y cuidan la infancia como esta se merece, porque somos conscientes de que muchos niños-as pequeños y muchas familias sufren, por situaciones que se pueden gestionar de otra forma mas correcta y saludable. No ignoramos que la vida es complicada, por eso valoramos tanto las alternativas que pueden resolver en lugar de crear más problemas.
Todos conocemos los efectos de la industrialización y sabemos que la necesidad de los recursos tanto productivos como económicos, están modificando sustancialmente las relaciones. . Podemos observar como esto afecta tanto a las relaciones laborales, la manera de interaccionar con el entorno donde vivimos y en especial la comunicación en las relaciones humanas.
El ser humano esta desplegando en lo social unas capacidades jamás conocidas, conocemos casi todo de la composición de nuestro cosmos, accedemos a cualquier rincón de la tierra en un instante y sin embargo no somos tan rápidos en comprender y respetar los periodos críticos del crecimiento y maduración del ser humano en desarrollo.
Por mucho que se han escrito libros y mas libros hablando de la importancia que tiene el entorno donde crece el ser humano y la calidad de las primeras relaciones, se sigue tratando a l@s niñ@s como si fueran unos seres que mientras no sean capaces de expresar lo que les pasa en palabras, es como si no sintieran y no ocurriera nada en su interior.
Desde los profesionales de la salud cada vez sabemos más de las repercusiones de las separaciones tempranas sobre el desarrollo del sistema nervioso, o de la importancia de tener figuras de referencia seguras. Y, aun así, gestionamos con bien poca delicadeza, sea desde el sistema sanitario, o, desde el educativo, como cuando los dejamos en la guardería con un año, llorando porque los dos p-madre tienen que ir a trabajar.
Tampoco somos delicados con la sensibilidad de esos padres, no nos fijamos en qué les ocurre a esa madre y a su niñ@ cuando los separamos,¿que esta ocurriendo en su interior ? Cada vez hay mas pruebas científicas que dicen demostrar que el niñ@ sufre y que se pueden apreciar sus consecuencias.
El cuerpo está en formación durante muchos años y se ha demostrado que en los tres primeros años de vida si no se nos facilita el juego, y si el contacto físico con otras personas es nulo, desarrollamos cerebros 20% o 30% mas pequeños que los de otros niños de esa edad. Muchas madres intentan no separarse de sus hij@s por puro instinto materno, por evitarles esa terrible soledad, y quieren tenerl@ con ella y acompañarl@ para que supere cualquier problema.
Se evidencia una falta de conocimiento sobre las capacidades humanas y un desprecio a los sentimientos de fragilidad y vulnerabilidad que vive la pareja y su bebe en un momento tan delicado y nos hacen creer que es mas moderna y aséptica la respuesta mecánica y sofisticada de una incubadora que supuestamente va a regular lo que la madre no ha sabido hacer. Está sola, como si estuviera en un mundo no humano.
¿Nadie la entiende?
Usamos cosas no para complementarnos sino para sustituirnos, y esto es un error.
Al final si dañamos esta estrecha y particular relación del cachorro y la madre, y el padre, si bloqueamos esos lazos tempranos de apego y vinculo, nos encontraremos con la desubicación y la soledad.
La soledad, de un mundo cada vez mas cosificado y frio, de un mundo no humano.
Lo mismo pasa en las guarderías, después de 4 meses en que no se ha separado de su madre, amoldándose mutuamente, con un mes de ADAPTACIÓN se pretende que ya soporte ausencias de 6 e incluso de 8 horas. ¿Cuantas madres se alejan de la guardería llorando sin poder contenerse? Otra vez sola, como si estuviera en un mundo no humano. ¿Nadie la entiende?
A veces la naturaleza tiene algunos caprichos.
Parece ser que aun no nos hemos encontrado con nosotros mismos, las carencias que hemos ido acumulando en nuestro pasado, nos hacen correr demasiado a veces y resignarnos en otras, la penuria que vivieron nuestros padres para sobrevivir y el boom tecnológico nos insta a tener, a poseer….
Así tenemos que al llegar a los 18 años nadie se pregunta si emocionalmente hemos madurado, si somos dueños de nuestras riendas, si sabemos estar y funcionar solos, si no nos cuesta comunicar nuestros deseos y necesidades.
Al llegar a tener 18 años se sueña con hacerse un lugar en lo social, haciéndose una carrera o buscándose un puesto en el trabajo que sea solvente económicamente y disfrutar de la libertad que da ser mayor de edad y poder hacer tu vida.
Y hasta que no tenemos 30 años o mas como media no decidimos tener hij@s. La lucha por un puesto de trabajo seguro, el reconocimiento profesional después de muchos esfuerzos, una relación de pareja estable, haber alcanzado suficiente estabilidad laboral para tener un piso donde vivir y llegar a pagar las hipotecas con dinero suficiente para las necesidades cotidianas.
Muchas parejas aunque hayan decidido tener un hij@ no lo hacen conscientes de haber superado esta etapa, esto es, tener su lugar a nivel personal y social y estar preparados para esta otra: la crianza.
La incorporación de la mujer al mundo laboral, la conquista de un prestigio como profesional, equiparando al hombre en puestos de responsabilidad social, su autonomía económica y la independencia a nivel de pareja………ponen sobre la mesa una necesidad de reajustes en el espacio mas intimo de nuestras vidas: la casa.
El hombre que ha gozado de privilegios en casa porque era el que aportaba el dinero y exigía la mesa puesta, ahora tiene que compartir ese espacio e involucrarse en las tareas domesticas, cambiar los pañales y además levantarse por la noche para calmar al bebe.
El mantener el equilibrio en todo lo social y además estar preparados como padres para dar a sus hij@s lo mejor de si mismos, puede ser un buen objetivo para el futuro, pero en estos momentos no es precisamente lo que mejor sabemos hacer.
Los obstáculos, las dificultades para ejercer como p-madres hay muchos; madres que trabajan en las empresas o instituciones administrativas, educativas o de salud y no pueden soportar el ritmo del trabajo son ignoradas, no escuchadas y presionadas a seguir poniendo en riesgo el ritmo del bebe y la provocación del parto prematuro con las consecuencias que puede acarrear eso tanto en la madre como en el bebe.
Para muchas madres es doloroso e injusto tener que ceder lo que tanto costó conseguir y después de sacar una carrera y hacerse un sitio en lo laboral , dejarlo temporalmente Para algunas familias la crianza se asemeja a una especie de proyecto empresarial 4 meses de baja maternal y volver al trabajo como si no hubiera pasado nada. Esto explicado así puede parecer excesivo, pero lo cierto es que todo esta enfocado a la productividad. Si este es el mensaje que recibe la mujer, imaginaros lo que recibe el hombre, debe de seguir con los compromisos no solo laborales sino también los sociales, y como consecuencia el padre no acompaña a su mujer al ginecólogo, tampoco a la preparación al parto, todo esta previsto y controlado por los profesionales, en todo menos cuando se llega a casa, allí todos han desaparecido y es donde empieza la dura realidad para los tres miembros que la ocupan.
En la batería de preguntas de hazi hezi pasadas a los padres de parte de las maestras de Usurbil, aparte de corroborar lo antes dicho, la experiencia que se vive en casa es de horror, casi todas expresaban la falta de apoyo tanto emocional como de necesidades básicas tan sencillas como el hacer la comida. La sensación de impotencia y de soledad cuando de golpe te encuentras con tu bebe día y noche, sin poder hacer otra cosa, el niñ@ llora y la madre también, sin entender que le puede pasar, con todas las emociones revueltas, la casa patas arriba…
El nido de los animales goza de un lugar privilegiado, cálido, seguro y bien alimentado, ¿que pasa con el nido humano? (una madre comentó que los primeros 16 días no comió otra cosa que galletas)
A un curso que he asistido recientemente sobre detección precoz y el desarrollo psicomotriz, la mayoría maestras que trabajaban con niñ@s de 0 a3 años, expresaba una de ellas conteniendo el llanto, lo insoportable que se le hizo entonces y ahora cuando lo vuelvo a recordar, dejar a su hija con 4 meses con otras maestras mientras ella atendía a otr@s niñ@s que lloraban la ausencia de madre.
Las maestras de Usurbil hace años que trabajan por un proyecto educativo de calidad, paso a paso han ido conquistando diferentes espacios donde han dado propuestas de “otro hacer”, entre ellas hablaríamos del proyecto de prevención primaria y comunitaria en el que plantean, junto con otros profesionales y grupos de auto ayuda, la posibilidad de evitar reproducir en la relación con niño – adulto los modelos de adaptación social traumática, que imperan en la actualidad.
Es que además de problemas de financiación, también hay de sensibilización, porque los propios interesados ¨padres y madres¨ no se pueden anticipar a lo que esta por venir porque desconocen lo que les viene, por eso hay que poner en marcha lo antes posible el apoyo mutuo entre los p-madres, para que vaya corriendo la voz entre ellos, comiencen a buscar los recursos y combatan el estrés, la impotencia y la soledad que hasta ahora vienen sin avisar
Aquí podemos observar cómo, una vez mas, tenemos que colaborar y buscar los recursos necesarios para abordar un trabajo de calidad que ayude al crecimiento humano y social, desde lo básico, desde lo personal y lo cotidiano, desde el desarrollo de la salud y desde el desarrollo educativo.
Tener en cuenta la prevención no debería entrar en el capitulo de lujo, sino en el de cultura, donde las instancias políticas cuidan y apoyan a las personas y manifiestan su sensibilidad por las necesidades reales de los ciudadanos-as.
La apuesta institucional en prevención siempre es inteligente, pues resuelve muchos de los conflictos que aparecerán a largo plazo, por eso pensamos que deben ser primadas frente a otras iniciativas mas productivistas y que ofrecen “respuestas rápidas”, con cierta carga electoralista, a las que se destinan los recursos económicos.
.Si como afirmamos, este país está en marcha, ¿cómo no se estudia la posibilidad de dar continuidad a estos proyectos que tiene como objetivo principal mejorar y desarrollar una mejor calidad de vida? ¿Cómo las instituciones educativas y sanitarias no se plantean la necesidad de garantizar la continuidad de este tipo de proyectos?
¿Es posible conseguir que nuestros hijos pasen a un primer plano, en un país de primera?
Creo que está en nuestras manos, como políticos, como ciudadanos, como profesionales, como padres y familiares de nuestros niños-as.
Si este es un reto prioritario, buscar otros caminos ha de ser posible, por que queremos seguir trabajando por mejorar la calidad de nuestros servicios, de nuestra vida y de la vida de nuestros hijos-as !!
Jose Ramon Mauduit Agirrezabala
Psicoterapeuta reichiano Miembro de la asociación ASKA