Jornadas de salud y mujer , Salud Identidad y Genero
5as JORNADAS DE SALUD Y MUJER, SALUD IDENTIDAD Y GENERO
CELEBRADAS EN JEREZ DE LA FRONTERA EN FEBRERO DE 1999
Ponente:
Cristina Aznar Plana. Médico. Ginecóloga. Psicoterapeuta Reichiana
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“EL CUERPO, AUTOIMAGEN. MODELOS DE REFERENCIA”
Voy a hacer una exposición desde mi experiencia como ginecóloga y psicoterapeuta reichiana desde la teoría y el proceso de la autorregulación, así como desde mi práctica clínica tanto ayudando en el proceso de NACER y CRIAR, como desde mi óptica de psicoterapeuta participando de la vida y sufrimiento de los pacientes en el diván.
La autoimagen, el cuerpo y la identidad yoica van estructurándose desde el principio de la vida.
Siguiendo a Reich, Baker, Raknes, Navarro, Serrano y S. Pinuaga, diríamos que lo que permite una natural y positiva estructuración energética corporal con un desarrollo de las funciones vitales con todas sus posibilidades y con un ritmo propio, es la existencia de una buena pulsación protoplasmática, que existe cuando se desarrolla de forma positiva la Fase sexual oral; hasta llegar a la genitalidad; Así pues, el desarrollo de la fase sexual oral es lo que nos da la posibilidad de que se produzca un desarrollo evolutivo sin problemas y positivo.
Es desde la primera célula, el cigoto, que podemos apreciar ese proceso de pulsación energética. Entendemos como pulsación energética el mecanismo de contracción- expansión de toda célula viva. Es en un principio, a través del abrazo genital, de la pulsación energética del óvulo y del espermatozoide que el cigoto comienza a desarrollarse y vivir por sí mismo y, al mismo tiempo, dependiendo íntimamente de la Energía de la Madre útero, la cual le permite formarse y estructurarse.
Ya desde la vida intrauterina ese feto va a nutrirse física y emocionalmente, dando lugar de esta manera a la formación del carácter. Durante este período decimos que hay una memoria mnémica, celular. No hablamos de Psiquismo, pues el embrión feto no tiene esa capacidad psíquica de distinguir el yo del no-yo. Pero si tiene la capacidad de percibir el ecosistema de la madre y de percibir la capacidad de pulsar, de vivir el placer y la expansión. Por lo tanto, si la madre está en una constante situación simpaticotónica, esta situación puede actuar directamente sobre el diafragma del feto. Este, en ese momento de su vida, hace de “gran boca”, al ser la zona de mayor carga y pulsación plasmática del organismo fetal en su etapa intrauterina (aportación de Gino Ferri). Las consecuencias negativas de esta etapa pueden ser irreversibles al afectar directamente al Biosistema en fase embrionaria y fetal.
Si observamos a fetos en el útero materno, vamos viendo cómo se van desarrollando funciones concretas relacionadas con la vivencia del placer oral, y en ese proceso de maduración vamos observando, sintiendo, cómo la dirección de la maduración es céfalo- caudal.
Así, el feto oye, tiene sensibilidad en los labios, succiona su pulgar, se mueve de forma rítmica y armónica, puede vivir situaciones emocionales, como son la expresión de tristeza, rabia, llanto, dolor, alegría, por parte de la madre, sin afectarle negativamente, sino todo lo contrario, ya que facilitará la buena dinámica fetal tanto durante el embarazo como en el parto.
De esta manera un nacimiento sin violencia permitirá que ese pasaje de anfibio a mamífero se produzca sin traumas.
Finalmente, el parto es una inmensa experiencia emocional, el bebé recibe estimulación de los telerreceptores (vista, olfato, oído, tacto) de la piel, sus terminaciones nerviosas sensitivas, todo su cuerpo es masajeado, es así que el bebé busca el pecho de su madre, ya que energéticamente es la zona más cargada. Así el bebé recién nacido (R.N.) ve, huele, siente placer en sus labios y lengua, sintiéndose a través del cuerpo de la madre. Este parto desde el punto de vista funcional simplemente es un pasaje, ya que realmente el parto humano se produce a los nueve meses o un año aproximadamente. Reich hablaba del período crítico biofísico refiriéndose a ese período. Asímismo afirmaba que se desarrollaba la función de la nutrición a partir de que hay una función de placer sexual en la relación pecho-boca; el bebé no tiene hambre cuando nace, tiene necesidad de contacto, de calor, busca la sexualidad y la relación vincular epidérmica. De esta manera mama y se nutre, y va a ser la satisfacción de esta función oral lo que va a permitir que el resto del organismo madure de forma unitaria.
Poco a poco la exploración va siendo una función básica, desde el descubrimiento de su garganta, faringe, como su maduración neuromuscular hacen que su cabecita se levante, mire, vea, descubra sus brazos y manos, vaya haciéndose a los objetos y así finalmente gatee y a través de sus manos toque, juegue, busque el mundo, se separe y vaya desplazándose, yendo y viniendo primero hacia sus progenitores. La madre es el objeto amado que a través de la fusión en primer lugar va a ir favoreciendo el proceso de maduración y separación.
Cuando el niño comienza a descubrir su motricidad, la vivencia del cuerpo ocupa un lugar de suma importancia. La libidinización de cada una de sus partes, el descubrimiento de otros cuerpos tal y como expresan Maite S. Pinuaga y Xavier Serrano en su libro “Ecología Infantil y maduración humana”: cuando las relaciones objetales son patológicas por ausencia o por excesiva presencia (represión de las expresiones espontáneas del instinto) provocan unas respuestas biológicas o psíquicas a su vez patológicas, o una predisposición a las mismas. Así en este momento el niño-a empieza a tener sensaciones agradables en sus genitales, iniciando la exploración de los mismos para seguir desde los 12 a los 36 meses desarrollando funciones más especializadas en el ser humano como son el lenguaje, el ser autónomo. Todo ello vendrá acompañado de una continuidad en la exploración de los genitales, sin abandonar el contacto con sus padres, pero interesándose por los juegos sexuales entre niños y la masturbación.
Una vez conseguida la maduración, el niño-a se empieza a vivir como independiente de la madre/teta, e inicia un proceso de autonomía en el que progresivamente la demanda del pecho disminuye. Esto realmente tiene lugar porque el cuerpo va alcanzando la necesidad de autorregularse genitalmente, en cuanto que existe un flujo energético completo y una capacidad de descarga a través de la masturbación, y de los juegos sexuales, alcanzando, de esta manera, una identidad yoica, disfrutando del placer de ser y existir siendo hombre o mujer.
Ciertamente no es esto lo que comunmente vemos en el diván reichiano, sino todo lo contrario, ya que vivimos en una sociedad basada en la libertad enmascarada, en la que no se tienen en cuenta las necesidades de los niños: necesidad de placer, de libertad, de movimiento, de las que desde el principio de la vida nos tenemos que defender, nos contraemos para sobrevivir y es, en base al sufrimiento y no al placer, que se va estructurando nuestro cuerpo energético, contrayéndose, resignándose para no morir. Así va formándose una estructura en el individuo, cuyo estado crónico es la enfermedad, con una tendencia a evitar el sufrimiento pero no a buscar el placer.
El individuo con una infancia plenamente enriquecida, es capaz de irse enriqueciendo a lo largo de la vida.
Trabajando con una anoréxica que se había quedado embarazada escuché a propósito de su imagen corporal: “Ahora no acepto mi imagen, no acepto que me toquen, no tengo deseo” .Aunque su compañero le manifestaba su atracción hacia esa redondez de la gestación.
En otra ocasión una mujer bulímica con gran hermosura, sentía asco de tocar su cuerpo, conectando con una intensa rabia oral. Reflejo de una alterada fase oral, de la que hablábamos anteriormente.
Y para terminar mencionaré el caso de una mujer obesa incapaz de sentir y tocar su cuerpo, por lo que necesitaba recurrir a la comida para llenar esa vacío nuclear, proporcionado por la presencia de una madre araña invasora y un padre totalmente ausente.
Muchas gracias.
BIBILIOGRAFIA
(1972) GESSEL, A., “Embriología de la conducta” Editorial Paidós, Buenos Aires. 1972. (1974) LEBOYER, F., “ Por un nacimiento sin violencia” Editorial Daimon. 1997. LIEDLOEF, J., “En busca del bienestar perdido”
(1961) MONTAGU, A., “El sentido del tacto” Colección Arion. Editorial Aguilar. 1981 (1996) PINUAGA, M., S.; SERRANO, X., “Ecología infantil y maduración humana” Publicaciones Orgón, Valencia, 1996.
(1945) REICH, W., “La función del orgasmo” Editorial Paidós. 1981
(1948) REICH, W., “Biopatía del cáncer” Editorial Nueva Visión. 1985.
(1949) REICH, W., “Análisis del carácter” Editorial Paidós. 1980.
(1952) REICH, W., “Reich habla de Freud” Editorial Anagrama, 1974.
(1984a) SERRANO, X., “La profilaxis orgonómica infantil” Energía Carácter y Sociedad” Revista de la Escuela Española de Terapia Reichiana. Vol. 2. No 1. Publicaciones Orgón, Valencia, 1984.
(1984b) SERRANO, X., “Estructuración energética corporal, fases sexuales y vegetoterapia” Energía Carácter y Sociedad” Revista de la Escuela Española de Terapia Reichiana. Vol. 2. No 2. Publicaciones Orgón, Valencia, 1984.
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