Comunicado de la Es.Te.R. a todas las familias ante el COVID-19
Ante esta pandemia del Covid-19 y las medidas oficiales que se están aplicando, se está presentando una situación extraña y delicada que cada persona va a vivir según su forma de ser. Y no debemos olvidarnos de “mirar al niño/a” y por tanto de “la mirada del niño/a”. Ante lo desconocido, nos encontramos con angustia, estrés, agobio… el miedo nos lleva a precipitar, acelerar y distorsionar, perdiendo la oportunidad de dar una respuesta adecuada y de que sigamos siendo dueños/as de nuestra salud y de nuestras relaciones.
Por ello, desde el área de Ecología de los Sistemas Humanos de la Escuela Española de Terapia Reichiana (Es.Te.R.), nos gustaría aportar algunas recomendaciones que ayuden a vivir esta crisis como algo positivo y creativo, que favorezca la relación y comunicación con nuestros/as hijos/as. El pararnos y estar más tiempo juntos/as también puede ser una valiosa oportunidad para todas las familias, si la sabemos aprovechar:
Hablar sobre lo que está ocurriendo y cómo lo están viviendo los niños/as, adolescentes y jóvenes. Es importante observar qué expresan verbal y corporalmente nuestros/as hijos/as, sin precipitarnos en contestar; primero escucharles y después devolverles nuestra visión como personas adultas, dándoles siempre la información adecuada a su nivel y edad. Es importante hacerles ver que ellas/os son también protagonistas en esta aventura, que lo somos todos/as, y que el objetivo es que esto pase pronto, con responsabilidad y mirando a uno/a mismo/a y al otro/a.
Organizar el espacio y el tiempo creando una cierta estructura a lo largo del día, un guión que nos sirva de referencia, siempre contando con la creatividad y flexibilidad del momento, posibilitando actividades individuales y otras compartidas con otros miembros de la familia, hermanos/as, madres y padres, abuelos/as, etc., para que cada persona adulta pueda también estar sola y compartir con la pareja, si la hay, o estar consigo misma. Si el adulto/a no está bien, física y emocionalmente, será más difícil poder atender las demandas de los/as niño/as y adolescentes.
Os recomendamos estructurar actividades en base a tres aspectos:
- Actividades que permitan la creatividad, tanto individual como familiar.
- Actividades dentro de lo cognitivo, como repaso de conocimientos que ya se tienen y en aquello que demuestren interés con sus preguntas, siempre teniendo en cuenta la edad.
- Actividades de movimiento físico y motriz, tanto en el suelo como en el espacio, pues todos sabemos la importancia del movimiento para nuestro desarrollo corporal y cerebral.
Si nos dejamos sentir y actuar desde el placer, quizás descubramos lo capaces que somos de crear y divertirnos, en la soledad y en el encuentro.
Mantener la relación con el mundo exterior aprovechando los recursos que internet nos ofrece, acompañados de la presencia del adulto. Crear grupos por Skype para poder verse y comunicarse con sus iguales y hablar de sus cosas, de cómo viven esta situación, echar unas risas y saber que no están solos.
Utilizar videollamadas y/o videojuegos con familiares y amigos/as. Jugar en la red al parchís, ajedrez… Se trata de usar el teléfono e internet para encontrarnos con las otras personas, en ciertos momentos, ante esta situación que estamos viviendo. Luego dejaremos ese mundo virtual para encontrarnos y mirarnos quienes convivimos físicamente.
Es importante también ver que la principal función de los padres y las madres no es la formativa, algo que quizás se está olvidando desde el sector educativo. Pensemos en la dificultad para muchas familias, con carencia de recursos y conocimientos educativos, para asumir esta responsabilidad, añadida al caos que ya están viviendo. Por ello, permitámonos sentir el proceso de lo que está pasando. Permitamos que los/as niños/as y adolescentes vayan asimilando que ahora toca sentirnos, mirarnos, relacionarnos, descubrir y saber vivir el caos y que lo único importante no es sólo el reconocimiento desde lo académico, porque todo es curricular, y de esta situación todas/os podemos aprender muchas cosas.
De esta experiencia sacaremos cosas positivas y negativas, pero aprovechémosla para crecer, pararnos y recuperar esos momentos de “peli y palomitas”… Momentos que nos permitan conocernos, sentirnos y “estar”.
Del Equipo del Área de Prevención Psicosocial, Ecología de los Sistemas Humanos, de la Escuela Española de Terapia Reichiana (Es.Te.R.)
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